En los últimos cinco años, los tipos de cáncer más frecuentes entre la población mexicana son el cáncer de mama, próstata, ovario y tiroides.
A decir de la Organización Mundial de la Salud OMS se calcula que en 2022 hubo 20 millones de nuevos casos de cáncer y 9.7 millones de muertes por este padecimiento, siendo los principales tipos el cáncer pulmón, de mama y colorrectal, y señala que la presencia de este padecimiento se incrementa con la edad por la acumulación de factores de riesgo.
Mientras que la Secretaría de Salud SSa ha señalado que en México se diagnostican cada año alrededor de 195 mil 500 casos de cáncer en sus diferentes tipos y el 46% de los pacientes fallece por esta causa.
Al respecto, GNP Seguros reportó en 2023 un incremento del 13% respecto al año anterior en los casos atendidos por esta enfermedad y un 26% por encima del histórico de cinco años atrás.
También, observó que el mayor número de casos en el periodo del 2019 a 2023 se concentra en el rango de los 60 a los 69 años para hombres y entre los 45 a los 54 años para mujeres.
Por otro lado, GNP indicó que solo en el 2023 pagó más de cinco mil 800 millones de pesos por atención a esta enfermedad para quienes cuentan con un Seguro de Gastos Médicos, añadiendo que el caso más caro hasta el momento es el tratamiento de un carcinoma de vejiga reportado en el 2020 que ha requerido más de 22.7 millones por el padecimiento y continúa con tratamiento.
En cuanto a las acciones que puede considerar la población para hacer frente a esta enfermedad, la doctora Carmina Villavicencio, subdirectora de Operaciones de Médica Móvil señala que “las medidas generales están enfocadas en realizarse las pruebas de detección oportuna por grupos de edad y género como papanicolau, mastografías y ultrasonidos de mama, pruebas de antígeno prostático y dependiendo la edad, estudios de imagen como colonoscopias. En general, realizarse una valoración médica anual puede ser la diferencia entre un diagnóstico temprano y uno tardío”.
Asimismo, la especialista sostuvo que el objetivo de estos estudios “es detectar el cáncer cuando aún se encuentra en las etapas iniciales y está localizado en el órgano de origen, antes de que invada otros órganos o tejidos y en algunos casos, para poder encontrar lesiones precancerosas”.